CENA DE LOS MIÉRCOLES : Capítulo del 6 de Abril de 2016.
Cecina. Bocartes fritos. Anchoas. Morros de bonito canario con salsa de tomate. Pierna de cordero asada. Fresas con nata.
Queda menos de un mes para que iniciemos una nueva excursión; en esta ocasión el destino previsto es Aracena, en la provincia de Huelva. Aprovecharemos el viaje para estar una tarde noche en Badajoz, ciudad de la que guardamos excelente memoria gracias a la generosidad, gentileza y buen hacer de Fernando Valbuena y de los socios de la Cofradía de la Cuchara de San Andrés, con quienes estuvimos hace unos años comiendo y confraternizando; aún nos deben visita desde aquel viaje y será cosa de animarles a que salgan de su refugio pacense y vengan a explorar tierras asturianas, dónde seguro que lo pasarán bien. En cualquier caso, el volver a encontrarnos con las personas de esta Cofradía, cuyo ánimo y espíritu tiene mucho que ver con el nuestro, siempre es motivo de satisfacción.
En las cercanías de Aracena se encuentra el Parque natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche, una reserva de la biosfera que, además, desde la perspectiva del buen comer ofrece productos muy serios. La riqueza forestal de la zona, con muchos alcornoques, encinas y quejigos, hace que el suelo de este Parque atesore más de quinientas especies de setas – no todas comestibles, como es de imaginar- siendo un lugar de peregrinación para todos los amantes de la micología. Además hay buen aceite, buen jamón, buenas carnes y hasta incluso el marisco de la cercana costa onubense. En suma, un lugar ciertamente alejado de Asturias, pero que pensamos que merece la pena conocer. Veremos a ver como sale la cosa.
El tema del viaje y de los necesarios preparativos ocupó buena parte de este capítulo de hoy, en el que el Comandante Abella nos obsequió con un buen pinchoteo previo a base de cecina y bocartes fritos, para presentar después unas artesanales anchoas, alegradas con pimentón, antes del plato fuerte de la noche : unas piernas de cordero, bien asadas y bien sabrosas. Y como en esta ocasión se encontraba con nosotros Lorenzo De Paz, excelente amigo, natural de Bolaños de Campos y que está harto de tanto asado y tanto buen vino de la Ribera, el responsable de mesa optó también, con buen criterio, por cocinar someramente unos buenos morros de bonito canario, acompañados de su correspondiente salsa de tomate, para alegría de Lorenzo que aunque viene muy frecuentemente a San Juan de la Arena no se cansa de comer pescado. De postre unas fresas con nata, que para eso estamos en Abril, remataron una cena más, seguida de tertuliana sobremesa en la que, como siempre, intentamos arreglar el mundo sin ponernos de acuerdo.
Pero que se le va a hacer, nadie es perfecto.
